EL EBOOK Y LA IMPRESIÓN BAJO DEMANDA VERSUS LA DESAPARICIÓN DEL LIBRO
Tenía muy
buenas referencias del libro de Jason Epstein, El mundo editorial. Fue, entonces, cuando me dirigí a una gran librería de la
capital, después de haberlo intentado en la pequeña de mi distrito; sin embargo
los malos augurios de mi librero se cumplieron: tampoco lo hallé en esa gran superficie de mesas y anaqueles.
El sistema informático
de la librería confirmó el veredicto final: el libro estaba agotado
en la editorial y el último ejemplar
se había vendido en 2004.
Sorprendía que la
primera y hasta ahora única edición fuese publicada en 2001: ¡la publicación
tuvo una existencia de menos de tres años!
Esta anécdota que
ahora introduzco en este blog de Consulcom y en el de su Director General en www.librosagotados.es, Julio Martínez,
explican los problemas actuales del sector editorial y las soluciones que proponen
las nuevas tecnologías, que se han expuesto en el último cibercongreso.
Desde hace ya dos décadas, el mundo editorial ha sufrido los embates más intensos del mercado. Se ha mantenido el margen editorial como una de las principales variables al gestionar una editorial y; para sostenerlo era y es imprescindible vender libros a través de su exposición en las librerías, a ser posible, en altas pilas o sobre las mesas de novedades, cualquier cosa, con tal de evitar las estanterías que sólo muestran el reducido lomo.
El espacio físico es limitado, y los editores han comprobado que el mejor modo de visibilizar sus libros se ha basado en el volumen de títulos. Así, las nuevas novelas fluyen incansables hasta su lugar sobre las mesas y allí permanecen el mayor tiempo posible, ocupando un lugar que no se concede a la competencia.
Desde hace ya dos décadas, el mundo editorial ha sufrido los embates más intensos del mercado. Se ha mantenido el margen editorial como una de las principales variables al gestionar una editorial y; para sostenerlo era y es imprescindible vender libros a través de su exposición en las librerías, a ser posible, en altas pilas o sobre las mesas de novedades, cualquier cosa, con tal de evitar las estanterías que sólo muestran el reducido lomo.
El espacio físico es limitado, y los editores han comprobado que el mejor modo de visibilizar sus libros se ha basado en el volumen de títulos. Así, las nuevas novelas fluyen incansables hasta su lugar sobre las mesas y allí permanecen el mayor tiempo posible, ocupando un lugar que no se concede a la competencia.
Desde el momento en el
que las grandes editoriales han establecido la misma estrategia, la lucha
por el espacio vital se ha convertido en una lucha casi a vida o muerte. Pero, los libreros no pueden mantener el espacio de un título por mucho
tiempo habida cuenta del número de libros que esperan su turno.
A los libros desplazados se les reservan las baldas, lugar que muchos editores consideran como un cementerio de elefantes. No en vano, se está llegando a un punto que ni siquiera ese mínimo resquicio para el fondo se mantiene, ya que se montan estanterías estrechas que muestran la cubierta (al puro estilo de los DVD´s en los videoclubs).
A los libros desplazados se les reservan las baldas, lugar que muchos editores consideran como un cementerio de elefantes. No en vano, se está llegando a un punto que ni siquiera ese mínimo resquicio para el fondo se mantiene, ya que se montan estanterías estrechas que muestran la cubierta (al puro estilo de los DVD´s en los videoclubs).
En este caso, ya no se puede encontrar en las librerías un libro publicado varios
años antes, sino de apenas unos meses.
La otra posibilidad,
venderlo de saldo, se considera un fracaso para la editorial y para el autor,
por lo que muy pocas apuestan por esta segunda vía.
Las nuevas tecnologías han abierto nuevos horizontes en el mundo editorial.Las nuevas perspectivas se presentan como una buena alternativa a los usos tradicionales de la edición. La democratización absoluta (que supone romper con la barrera del espacio y reducir mucho la del tiempo) puede ser aprovechada para solucionar los problemas que venimos exponiendo.
En cabeza de todos estará, si se piensa en el mundo digital, esa vuelta de tuerca del invento de Gutenberg: el libro electrónico o ebook que combina los beneficios del libro en papel con los avances del mundo digital.
Actualmente, casi todas las imprentas funcionan con maquinaria de offset. Una tecnología relativamente nueva que abarató los costes y aportó mayor velocidad y calidad de impresión, pero que, no obstante, heredaba el problema de anteriores procedimientos, esto es, la necesidad de grandes tiradas para reducir el valor unitario del libro.
Las nuevas tecnologías han abierto nuevos horizontes en el mundo editorial.Las nuevas perspectivas se presentan como una buena alternativa a los usos tradicionales de la edición. La democratización absoluta (que supone romper con la barrera del espacio y reducir mucho la del tiempo) puede ser aprovechada para solucionar los problemas que venimos exponiendo.
En cabeza de todos estará, si se piensa en el mundo digital, esa vuelta de tuerca del invento de Gutenberg: el libro electrónico o ebook que combina los beneficios del libro en papel con los avances del mundo digital.
Actualmente, casi todas las imprentas funcionan con maquinaria de offset. Una tecnología relativamente nueva que abarató los costes y aportó mayor velocidad y calidad de impresión, pero que, no obstante, heredaba el problema de anteriores procedimientos, esto es, la necesidad de grandes tiradas para reducir el valor unitario del libro.
Una vez que el libro
está editado, cuesta prácticamente lo mismo hacer un ejemplar que mil, y por
supuesto, cuando se superan los millares el valor se reduce enormemente. Este
hecho obliga a desestimar libros que no posean un potencial de ventas similar,
que junto con las dificultades que ya hemos indicado, imposibilitan una edición
reducida de un libro.
Afortunadamente, desde hace casi una década, ha llegado al mercado una nueva generación tecnológica, que hacen posible la impresión bajo demanda, impresión bajo pedido o impresión digital (IBD).
Afortunadamente, desde hace casi una década, ha llegado al mercado una nueva generación tecnológica, que hacen posible la impresión bajo demanda, impresión bajo pedido o impresión digital (IBD).
Lo realmente novedoso
de este modo de impresión es que se rompe con la economía
de escala del offset, y así, esfactible imprimir un
único libro, hacer tiradas a voluntad, hecho impensable décadas antes.
Además, esta nueva tecnología, unida al mundo digital, ha permitido crear un modo nuevo de edición, que incluye desde la recepción del original por parte del autor hasta la venta del libro al consumidor. La nomenclatura no está completamente establecida, en muchos lugares se denomina como POD todo el proceso; nosotros, para entendernos, diferenciaremos la impresión, que se refiere únicamente a la imprenta, de la edición bajo demanda, que incluye además los pasos previos de contratación, maquetación, edición y los posteriores de comercialización y distribución. Es decir, las labores tradicionales de una editorial.
Una editorial bajo demanda se pone en contacto con autores y clientes mediante el correo electrónico, la firma del contrato y envío de originales también se hace por este medio; luego se maqueta, se realizan las cubiertas. Cuando ya se tiene el fichero con el libro terminado se puede decir que termina la labor de producción. Lo único que queda es promocionarlo. En el momento en el que un cliente desea comprar el libro, se imprime y se envía.
Además, esta nueva tecnología, unida al mundo digital, ha permitido crear un modo nuevo de edición, que incluye desde la recepción del original por parte del autor hasta la venta del libro al consumidor. La nomenclatura no está completamente establecida, en muchos lugares se denomina como POD todo el proceso; nosotros, para entendernos, diferenciaremos la impresión, que se refiere únicamente a la imprenta, de la edición bajo demanda, que incluye además los pasos previos de contratación, maquetación, edición y los posteriores de comercialización y distribución. Es decir, las labores tradicionales de una editorial.
Una editorial bajo demanda se pone en contacto con autores y clientes mediante el correo electrónico, la firma del contrato y envío de originales también se hace por este medio; luego se maqueta, se realizan las cubiertas. Cuando ya se tiene el fichero con el libro terminado se puede decir que termina la labor de producción. Lo único que queda es promocionarlo. En el momento en el que un cliente desea comprar el libro, se imprime y se envía.
Asimismo, un último aspecto que afecta especialmente al mundo hispano es la desaparición de barreras geográficas. Aunque la sede editorial esté en un lugar concreto, su ámbito comercial supera todas las fronteras. Únicamente tiene que haber una imprenta cercana a la vivienda del comprador para que se envíe el archivo on line y el libro se imprima sin ningún coste especial de transporte. A una editorial onubense le va a suponer lo mismo vender a un cliente madrileño que a otro de Buenos Aires.
Todos estos datos nos llevan a pensar que la edición bajo demanda, solventan las limitaciones de la actual edición en offset y complementan los nichos a los que no puede acceder, a saber, libros de pocas ventas o muy repartidas geográficamente y libros agotados; además de otros beneficios como un mayor porcentaje de derechos para los autores.
A partir de ahora es
posible que un libro agotado -del 15 al 20% del catálogo de una editorial-, que
consta en una gran base de datos de libros disponibles, sea editado a petición
de un interesado. Lo más importante es que el precio es bastante
asequible y; basta editar un solo ejemplar para poder atender el pedido.
La IBD no sólo se ciñe
a la producción de libros bajo demanda, sino, más aún, a la gestión,
picking y envío de los títulos producidos. Con estos servicios los clientes de
Consulcom del ámbito editorial consiguen transformar los costes iniciales de
producción en un coste variable que se adapta totalmente a la elevada demanda
del mercado.
María B.M
Asistente al último
cibercogreso y cliente de Consulcom
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